DE LEONES Y CERDOS (con perdón)
Quintidi, 25 de Frimario de 216
Seguramente cualquier asiduo al telediario vendrá a decirme que la lluvia de estrellas denominada genéricamente "Leónidas" fueron en noviembre. Sin embargo para mí, que no veo televisión y que anoche miré para arriba y vi volar en breve espacio de tiempo media docena de fugaces, la noche no estaba para andar al descubierto, pues eran Leónidas: miré las "osas", me orienté, y efectivamente hacia levante estaba Leo (con Régulo coronándolo y Marte un poco más alto) en el horizonte. La gente en el campo usa estas referencias para llamar a las cosas y no puede ser de otra manera.
Ya empezaron los fríos con dos heladas consecutivas. Ahora sabemos que se trata de un frente polar que se desliza hacia el Sur cruzando toda Europa, y nos da la sensación de que no es un frío del todo nuestro, aunque es el mismo frío que hace ya mucho hizo que buscáramos los límites entre el otoño y el invierno, antes de saber observar el solsticio y todo eso, cuando aún éramos animales que emigrábamos como las grullas y los caballos de las praderas.
Estos fríos coinciden desde siempre con el punto de engorde máximo de los cochinos, que en su régimen natural se preparan para la invernada. A simple vista se puede comprobar que en dos meses picando bellotas están ostensiblemente más gordos (de picar entre horas). "Para la Pura* las bellotas apura" que dicen en mi pueblo.
Así que frío, aguardiente seco, cuchillos afilados y el sábado empezamos las matanzas, yo de voluntario, que por ahora no tengo ganado propio.
Sí, La Matanza, a pesar de estar prohibida es tan nuestra y tan auténtica que habrá que saltarse la prohibición un año más. Me recuerda de algún modo a los dos somalíes que lapidaron no hace mucho, porque algún iluminado prohibió drásticamente el adulterio, y a ellos dos les tocó un instinto y una progesterona que no habían elegido expresamente; y que se le va a hacer, si te pilla el fundamentalista de turno al menos que te coja calentito. Y es que claro cuando el que dicta las normas es un asceta adicto al celibato (que de todo tiene que haber) o que al menos dice serlo (porque también tiene que haber los que sólo lo digan), pues suele hacer la norma con una visión sesgada de la realidad.
Volviendo a mi amigo aquel al que se le ocurrió prohibir las matanzas tradicionales, familiares y domésticas, que casi lo estoy viendo creciendo en el claroscuro del botellón, con sus posters de Dolores y Ernesto, y sacando sin pena ni gloria pero con entusiasmo, su licenciatura de biología o ambientales. Porque aunque siempre fue urbanita de tropa, le gustaba ir a anillar flamencos a Fuente Piedra y salir los domingos a pasear en bici por los pinares de la Oromana, donde fotografiaron la tortilla aquella. Y helo ahí, con el borrador de la Ley sobre la mesa de la Consejería y carta blanca para opinar. Si es que lo estoy viendo.
Así que "palante": - vamos a lapidar al que se atreva a acercarle el cuchillo al cochino, que para el caso yo no lo he hecho nunca ni lo necesito.
No sé si piensa alguien que el instante de sufrimiento de un animal sacrificado pudiera estar compensado por una vida tranquila y pausada al amparo de las bellotas.
O por contra, pudiera no quedar compensada una aséptica descarga eléctrica frente a una vida hacinado en una granja, sin movilidad, con la luz siempre encendida, ventiladores moviendo el aire pútrido, piensos artificiales a base de huesos triturados de animales, y cintas transportadoras que bloqueándoles las patas que los vuelcan eficientemente hacia y desde los camiones.
El Islám promete 70 vírgenes en el paraiso al guerrero que mata por alá; aquí sueldo eterno y mesa con ordenador al licenciado que aprueba unas oposiciones; y aún así sigue habiendo musulmanes que prefieren arriesgarse a morir a pedradas, antes que resignarse a quitarse los jueves por la tarde del ratito de arrumaco en casa de la vecina, aunque no le guste al imán de turno.
Así que el sábado vamos a levantar un chato de aguardiente a la salud de mi amigo de la Consejería, y sin faltarle el respeto al pobre animal, lo vamos a sacrificar (observen el peso de la palaba), con cariño y algo de pena, de la forma más certera posible.
Ya les cuento.
SALUD
* Pura: 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción.
2 Postillas:
Nusetra abuela paterna te contó de las matanzas. Algún día me gustará que me cuentes de nuevo esos relatos; o no se los escuché o no los recuerdo. Besos mil de tu hermana.
lunes, 28 diciembre, 2009
Lo de la lapidación me temo que es "o que al menos dice serlo (porque también tiene que haber los que sólo lo digan), "
Alguna vez he oído que es una ley buenísima, porque por ejemplo si una mujer denuncia una violación, y no se puede demostrar que lo fue, la pueden castigar por ser adúltera (está bien, eh???).
miércoles, 30 diciembre, 2009
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