"No sé si soy clásico o romántico, dejar quisiera mi verso como deja el capitán su espada: famosa por la mano viril que la blandiera". Antonio Machado

23 diciembre 2011

Despidiendo más que un año...

Duodi, 2 de Nivoso de CCXX

Bueno un año más que marcha y otro que viene en camino, pero si por algo son importantes unos años más que otros son por las bienvenidas y las despedidas. Este año ha tocado una despedida importante, personaje significativo en mi vida y amigo mucho más allá de la relación familiar. La misma noche que falleció escribí una despedida con multidud de guiños entre él y yo.

Para los que aún estamos: SALUD

ELEGÍA EL MISMO (a Rafael In Memoriam)

Me es triste despedirme de ti:
porque te conozco cara a cara,
con la mirada en los ojos,
con tu cadencia triste y alegre.

Pero me es grato por lo que implica:
porque te conozco cara a cara,
con la mirada en los ojos,
con tu cadencia triste y alegre.

Porque escribo este llanto,
porque mis letras se llenan de lágrimas,
mis rimas están rotas de despedida
y mis ojos se desahogan por las páginas.

Y quiero a tus nietos más que a nada,
porque son mi todo.
Y ahora descansas para siempre en tu pueblo,
que ya es mi pueblo.

Porque he hecho hogar
dónde tú más quisiste,
con quién tú más quisiste,
y tus raíces quedan conmigo.

Porque te quedas sentado en mi alberca,
junto a tu abuelo, con seis años,
aquella tarde de verano
inolvidable para ambos.

Y a la vez despedirte es tierno,
porque sé que te querías ir primero
con la cabeza bien alta,
y siento orgullo de yerno.

Te he querido sin vergüenza, sinvergüenza,
y he aprendido tanto y más de lo que me has enseñado.
De lo que tú traías de tu vida apasionada,
de lo evocado en tus charlas desbocadas,
de esa Universidad que te mantuvo la inocencia.

Me alegra haber sido tu maestro
cuando tú así lo has pedido,
pero tu alumno
todo el resto del tiempo.

Me alegra guardar tus metáforas,
tus refranes y tus historias,
porque pesan suficiente
para aguantar orales los vientos.

Espero que descanses a esperarme,
desgranando en nuestra tierra
las espigas que te siembro.

Filosofía de cuentas cabales
donde cien menos ochenta: Es economía,
pero tú siempre valdrás más de lo que vales.

Porque apenas pretendo
Vivir como tú:
tan sencillo y querido.
Y morir como tú:
tan lúcido y vivido.

27 de mayo de 2011
E.O.