CUANDO A TÍ ME ACERCO
Sextidi, 26 de Brumario de CCXX
La copa de la encina es la techumbre
de nuestra primavera y nuestro hambre:
aparta la maleza y que te alumbre
la dignidad exenta de cochambre.
El tallo de la flor y sus estambres
en tu costado dibujan su sombra:
hospeda a las estrellas del enjambre
que en tus pezones mi reliquia nombra.
Henchido yo en mi labor de alfombra
que el paso de tu pie desnudo asombre
cual terremoto que mi ruina escombra
perdido cruel en la hiel de tu nombre.
Y la sonrisa fiel que desalfombre
y tense los cordeles de la urdimbre,
volviéndome a volverme casi un hombre
que las dovelas de su alma descimbre.
Despierto gris viro a tocar tu timbre,
tañido azul, que en mi recuerdo lembra,
vibrando cual atizador de mimbre
que mi pasión atribulado siembra.
Arrímate por fin a mi lado, hembra,
y llénate la copa del azumbre,
que el vino desbocado machihembra
y canta los fulgores de la cumbre.
SALUD
0 Postillas:
Publicar un comentario
<< Home