"No sé si soy clásico o romántico, dejar quisiera mi verso como deja el capitán su espada: famosa por la mano viril que la blandiera". Antonio Machado

28 diciembre 2011

SIENTO, LUEGO INSISTO

Septidi, 7 de Nivoso de CCXX

Da igual cuánto busques. Nunca tendrás todas las respuestas... Mientras antes asumas que allá queda el océano de las dudas, mejor saborearás este acá de tierras y de frutos.

Hay mucha gente que nos parece incomprensible por compleja, por simple, por dañina o por imbécil. ¿Tan difícil? Sin embargo huelga decir que las claves de lo sencillo, las claves de lo cabal, de vivir lleno de vida, están en el mismo lado dónde se encuentran las preguntas. No sé qué hacen buscándolas en el más allá de las respuestas.

Pretendemos que los jóvenes cedan el paso a los ancianos, cuando los ancianos andan ya sin prisa. A lo mejor queremos jóvenes sin prisa, pero eso lleva el tiempo de una vida. O a lo mejor ancianos que no añoren su prisa juvenil, pero eso es imposible.

Pretedemos trabajar menos y consumir más como símbolo de bienestar. Hasta que nos vemos con la baraja rota y decidimos que es necesario trabajar más y consumir menos para poder hacer los naipes que nos faltan. Pero si trabájasemos con una mano y consumiésemos con la otra, veríamos ambas ecuaciones como irresolubles.

A veces creemos en amigos antiguos sólo por su antigüedad, o en otros nuevos sólo por su novedad; pero sin sistemas comunes, sin reglas o valores parecidos, es como creer tuyo el árbol que ves pasando desde la ventanilla del tren. Decide los parámetros que te hacen amigo, los que hacen al otro amigo tuyo, más allá del tiempo o el especio que te acercan o te alejan.

Pretendemos enseñar a los niños, y no está mal, siempre que no obviemos todo lo que ellos tienen que enseñarnos. ¿Qué todos fuimos niños alguna vez? Sí, pero entonces ¿por qué lo olvidamos tan pronto?

Hoy he contemplado a una niña de unos ocho años devorar la melodía de un violinista callejero. Estaba a un metro, absorta en el compás compartido de los vaivenes del arco y las notas universales. Antes de irse a obsequiado un aplauso solitario; el hombre, sexagenario, le ha devuelto la mejor de sus sonrisas... La moneda para el artista la he puesto yo... y a cambio he obtenido este texto para vosotros...

SALUD