iso200 f8 18mm
Duodi, 22 de Ventoso de CCXX
Primavera temprana.
Rastrea la manzanilla
y azulea el romero.
La arcilla se endurece
y libera el guijarro
que contuvo enamorada.
Gorjea la tórtola,
la perdiz se acama,
el Sol va escalando la espiral del cielo,
la sombra menguando.
Orión cae luchando
pues las Tres Marías lloran de ganas,
de disfutrar este año
de la primavera temprana.
Mi corazón
trenzado de razón,
pide no descansar en su alborada.
Mis pupilas se contraen,
mis pulmones se dilatan,
mi ser,
rasgando el invierno
salta al vacío
de la primavera temprana.
Mi Yo con mis ganas,
mi entorno y mi Todo,
parte por parte, parten
al horizonte
por dónde, fluida se derrama
la versión sin subtítulos:
original e inimitable,
(abanderando al estío)
de la primavera temprana.
La luz, la luz, la luz
mediterránea de equinoccios
que reclaman, los fotones
de tu ausencia.
Los neutrinos de tu cama.
Las pasiones tan étereas
que la física reclama,
que la química esboza,
que a la biología llama,
en el uno más uno eterno
de tu primavera temprana.
Arroyo abajo corre
mi soliloquio y mi flama,
que me obliga a desnudarme
hasta el engrudo
del alma.
Certero, perdido,
sin nada,
intentando parar el tiempo
en la primavera temprana.
SALUD
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