"No sé si soy clásico o romántico, dejar quisiera mi verso como deja el capitán su espada: famosa por la mano viril que la blandiera". Antonio Machado

05 febrero 2013

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Sextidi, 16 de Pluvioso de CCXXI

¡Qué soledad tan sola!
¡Qué libertad tan vaga!
¡Qué flechazo de humedal!
¡Cuánta espesura!
¡Qué silencio
tan huérfano de murmullo!

¡Qué susurro del alba
casi helado!

¡Cómo estremece el viento la arboleda!
¡Cómo sopesa el aire su amargura!
¡Cómo da la tormenta en mis cristales!
¡Cómo truena el rayo de la vida!

¡Cómo me moja la maja de tu ausencia
en plena tempestad: bruno, inseguro!
¡Cómo aterra el frío de tu almohada
a esta opinión de mí: Ley del Embudo!

¿Dónde vuela el grifo de tus males?
¿Dónde corta las gotas de mi psique?
¿Dónde encontrar la estopa con que achique
las fugas de tus lagos ancestrales?

¿Dónde apunta la flecha del olvido?
¡Viejo Cupido de dardo envenenado!
Niñato consentido del Olimpo,
que sinsentido y sin curare tira el dado.

¿Por qué mi casa, mi trigo y todo
ha de ser venganza de por vida?
¿Por qué Foucault no para en su venida?
¿Por qué la moda no pasa de otro modo?

Disparo de David a cráneo roto,
dureza de las canas de mis años,
¡si no es la piedra la que me hace daño!
¡Es la mierda de los flashes y las fotos!

SALUD