Atlas para la Vida y la Muerte
Quartidi, 4 de Frimario de CCXXII
Si existiera algún camino
para burlar a la muerte:
te haría todos los mapas
para que así andaras siempre.
Con un buen costal de trigo
y una espiguita en la boca
se va el camino y se viene,
alma mía de avena loca.
Mi vagar no es lar de vago.
Mi vuelo es libar de abeja.
Ni lo lejos, ni la queja,
hacen mi bagaje aciago.
Con el alma en la cintura,
con el vino en las alforjas,
con el sueño en las cantinas
fumándome mi hoja roja.
Que en tu paseo por el campo
encuentres mi sombra espesa,
para contarme en verano
la suerte que te interesa.
Si es la buena: ¡buena nueva!
Si es la mala: ponla bella.
Que tu suerte es sólo tuya
y no hay pena ni querella.
Son las huellas el camino,
las alas batir de estrellas
fugaces en la alta estima
de la vereda que llevas.
Paciente entorna paciente
los ojos, y hazte a un lado,
que mientras paces silente
siega la dama del prado.
No la mires que es en vano.
Mas nota que viene ahí,
y saborea las mil yerbas
desde la primera al Fin.
SALUD
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