Quartidi, 4 de ventoso de 212
Escribo este pasaje desde el tren. Invento inglés, post-revolucionario y post-napoleónico (1.830 si no me falla la memoria), que cambiaría para siempre el ritmo de vida de los humanos que salpican el mundo y sus urinarios.
Concretamente disfruto de la alta velocidad, el aún llamado AVE (a pesar de ser de tren francés y máquina alemana), será rebautizado AV para no herir sensibilidades territorialistas de los de este lado del Pirineo. Espero que los colectivos de enanitos no protesten la presencia de la "A" y el tren veloz se quede en una mera "V", porque... lagarto, lagarto...
En fin, concretando sobre la v (en word no sé poner el vector encima como sería lo correcto), me viene marcando el GPS 268 km/h; y por más que venimos escuchando desde hace 13 ó 14 años estas velocidades con normalidad, no dejan de ponérseme los valles de punta... ¡Casi 60 leguas por hora! Un recorrido destinado de forma natural a ser singlado en una semana, lo hacemos ahora en medio largometraje (medio bodrio yankee para ser más exactos).
Ello supone tener que observar el paisaje de otra manera, tanto paisaje que no lo podemos procesar, de ir cogiendo ciruelas ni hablamos, por lo que la mayoría prefieren leer el periódico. Sin embargo me esfuerzo, en un enriquismo más, en contemplar detenidamente la llanura manchega: sus viñedos; su tendido eléctrico; un árbol del pasado y sus usos, frente a otro ornamental que da sombra a un merendero; una central eléctrica (quizá de ciclo combinado) ocultando parcialmente una obra maestra del S. XIX: un teleférico de transporte de mineral caído en desuso y ruina...
No soy capaz de digerir tanto paisaje. Prefiero abrir el Quijote y leer entre sus aventuras este mismo entorno, en estado más puro, más lento, menos vulnerable, aunque mucho más difícil de imaginar...
"con facilidad salieron del camino real antes que ellos, porque las malezas y malos pasos de aquellos lugares no concedían que anduvieran tanto los de caballo como los de a pie. En efeto, ellos se pusieron en el llano, a la salida de la sierra, y así como salió della Don Quijote y sus camaradas". El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Cap XXIX de la 1ª parte.
Un puñado de leguas más alante: Madrid. Devorando como boca concéntrica estos páramos, huertos y riberas. Los últimos instantes son bajo tierra, la gran fauce y su onírico mensaje: "Welcome to Hell".
SALUD.
"Ya no hay locos,
ya no hay locos
en España ya no hay locos.
Se murió aquel manchego
aquel estrafalario fantasma del desierto".
León Felipe